domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Qué onda con la Iglesia?



 En esta semana se ha presentado en el Aula Juan Pablo II de la Sala Stampa de la Santa Sede, el documento preparatorio de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos con el tema: “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”, que se celebrará del 5 al 19 de octubre de 2014.

Muchas preguntas y opiniones han nacido a raíz de dicha propuesta del Santo Padre. “Que si se había sometido a consulta la unión de homosexuales, de los divorciados y vueltos a casar; que si los métodos anticonceptivos ya están permitidos; que si las uniones libres ya son reconocidas”…, y toda una serie de especulaciones erróneas y ridículas que atentan contra la moral y el buen nombre de la familia y que los medios han difundido, pues no corresponde a la realidad.

“Es evidente que la crisis social y espiritual del mundo actual afecta a la vida familiar y crea una verdadera urgencia pastoral que justifica la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria”, comentó monseñor Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos

Se trata de un documento preparatorio, un cuestionario de nada menos de 38 preguntas, que no son un pedido de opinión a los fieles, sino el pedido de informaciones sobre la situación de los fieles en las parroquias. serie de especulaciones que losespeculaciones que lso medios han difundido y no corresponde a la realidad.  El remitir estas preguntas, con carácter consultivo, a las Conferencias Episcopales de todo el mundo no es nada insólito ni novedoso, forma parte de la praxis habitual del Sínodo de los Obispos. Con las respuestas a estos interrogantes, se elaborará un documento preparatorio sobre la situación en la sociedad y en la Iglesia, llamado “Instrumentum Laboris”, para el trabajo del Sínodo.
Es evidente, que hay problemas inéditos hasta hace pocos años, desde la difusión de las parejas de hecho, que no acceden al matrimonio y a veces incluso excluyen esta idea; a la unión entre personas del mismo sexo, a quienes se les permite la adopción de hijos; así como situaciones contextuales nuevas, que requieren una atención especial por parte de la Iglesia, de la cultura del "no compromiso" y de la presupuesta inestabilidad del vínculo a la reformulación de la misma idea de familia.

A mi modo de ver, creo que es una clara invitación para toda la Iglesia a ponerse a la escucha de los problemas y expectativas que viven hoy tantas familias, manifestándoles cercanía, presentándoles de forma creíble la misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a Su llamada.

Con el Santo Padre estamos llamados a transcurrir por los caminos del Concilio y de sus enseñanzas en relación a la Iglesia comunión, imagen de la Trinidad Divina, una en el amor, en la variedad de dones y de los servicios que la enriquecen. Así encontramos el estilo del Papa Francisco: “atención, hospitalidad y misericordia”. ¡Hablemos claro!

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