Aún no logro comprender cómo es posible que a estas alturas, ya en la segunda semana del curso escolar continúe la nefasta imagen de algunos maestros en huelga y haciendo todo tipo de atropellos y desmanes, dejando mucho qué desear y de esperar como educadores y formadores de una sociedad que debería admirarlos, pero que ahora arrastra un desgaste emocional y preocupante para muchas familias mexicanas. El número de estudiantes afectado oscila a más de 1,200.000 alumnos que siguen ampliando sus "vacaciones de verano".
La reforma educativa no dará marcha atrás. Estas manifestaciones afectan ya a terceros. Las carpas y lonas extendidas en todo el zócalo de la capital, lejos de parecer un tenderete de ropa muestran la bajeza de unos maestros que no dan pena, sino lástima por sus actitudes inmaduras de pupilos rebeldes y trasnochados. La ley del servicio profesional docente está definida. Siéntense a dialogar cuantas veces sea necesario para llegar a un acuerdo y no convertir estos acercamientos sin éxito de negociación.
Ya han agotado su sueldo de 45 días y el bono que se les entregó, ahora les corresponde cambiar su actitud y ponerse a trabajar en aras de una educación digna y eficiente para la juventud, tan necesitadas de buenos modelos y héroes de la enseñanza.
Esperemos que las autoridades de gobierno ofrezcan la seguridad a los legisladores para que éstos no actúen bajo presión en las cámaras. Que las huelgas programadas para el 1 de septiembre y 8 del mismo queden frenadas con el deseo sincero de querer construir un México rico en valores y tradiciones para bien de la sociedad y del mundo entero. Hablemos claro!!!
