domingo, 23 de febrero de 2014

¿Qué está pasando en Venezuela?

Hace algunas días, se proclamaba el Año Nacional de la Juventud, decretado por la Conferencia Episcopal Venezolana, y la Consagración de los jóvenes a la Virgen María. Sin embargo, no fue así. Aquella manifestación pacífica terminó con varias muertes. Pero, ¿Qué está pasando en Venezuela? Desde hace varias días se viene acentuando la inquietud de toda una nación que ha salido nuevamente a las calles para protestar. La crisis política que atraviesa Venezuela tiene un largo trasfondo económico y social que terminó por desbordarse tras la muerte de Hugo Chávez. Luego de su fallecimiento, que encabezó la llamada Revolución Bolivariana durante casi 15 años, Venezuela quedó en manos de Nicolás Maduro, ganando en unas ajustadas y controvertidas elecciones al candidato opositor Henrique Capriles en abril del 2103.

Desde entonces, el gobierno de Maduro enfrenta una gran presión por parte de la oposición por ser incapaz de resolver los principales problemas del país, como son: la economía, la violencia y el desabasto de productos básicos. He aquí algunos puntos para entender la situación a grandes rasgos:

1. Crisis económica y escasez: El país enfrenta una inflación del 56.4% y una escasez del 28% de productos y alimentos básicos. Entre los productos faltantes destacan la leche, el café, el aceite y el papel higiénico.

2. Problemas sociales: Venezuela es el segundo país más violento del mundo, con 25 mil asesinatos registrados durante 2013. La tasa de homicidios es de 79 por cada 100 mil habitantes. Además, existen más de 15 millones de armas circulando sin ningún control y el 97% de los delitos cometidos en el país quedan impunes. Las cifras corresponden al Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).

3. Confrontación permanente: Desde que asumió el poder, el gobierno de Nicolás Maduro ha acusado a la oposición de conspirar en su contra, incluyendo intentos para asesinarlo. Por su parte, sus detractores acusan a Maduro de concentrar el poder tras la aprobación de la ley Habilitante, que le otorga la autoridad para legislar al margen de la Asamblea Nacional. A raíz de las protestas violentas, el presidente venezolano sostiene que la oposición, con ayuda de Estados Unidos, pretende derrocarlo a través de un golpe de Estado. También ha recurrido a la censura para acallar a los medios críticos con su gestión.

4. Oposición fracturada: En un intento por derrocar al ‘chavismo’, la oposición venezolana cerró filas con la creación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que ha fracasado en su objetivo en dos ocasiones, una en las elecciones presidenciales de octubre de 2012, cuando Hugo Chávez logró su tercera reelección, y en abril de 2013, cuando Maduro ganó la Presidencia. En ambos comicios el representante de la MUD fue Henrique Capriles, un gobernador que parecía conciliar las posturas de los antagonistas del chavismo, pero cuya figura terminó por perder impulso.

Ante esta situación, los obispos de la Iglesia Católica se han manifestado a través  de los medios de comunicación llamando a mantener el tono pacífico de las protestas. Emitieron un comunicado diciéndoles, entre otras cosas: “Recuerden que ustedes tienen el arma de la razón y la potencia de la sabiduría. Aún poseen la frescura de los ideales, fuerza que acompañada por la fe es capaz de transformar el mundo. Abracen los ideales de una sociedad plural, donde todos tengan una palabra que decir y los extremos político-económicos encuentren verdadero equilibrio. Desde su creatividad, ustedes deben plantear nuevos caminos que consigan “una realización más adecuada del bien común y de la misma democracia, según los principios de la solidaridad, la subsidiaridad y la justicia” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 417)”. Oremos por la paz, la unidad y la democracia de esta nación. ¡Hablemos claro!

domingo, 16 de febrero de 2014

A un año de la renuncia de Benedicto XVI

El pasado 11 de febrero se cumplía un año de la renuncia al pontificado del Papa Benedicto XVI, así lo anunciaba a los señores Cardenales: "Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio. Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro". La noticia corría como pólvora por todas las redes sociales y llegaba a todos los rincones del globo terráqueo dejando gran desconcierto para todos los hombres de Iglesia y en especial para los católicos.

Ese mismo día, el ahora Obispo Emérito de Roma presidía el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto y eligió ese lugar y ese momento para hacer un anuncio histórico en latín. Así anunciaba que la Sede de Pedro quedaba vacante desde el 28 de febrero de 2013. Y unos días más tarde, el 13 de marzo, los cardenales eligieron en cónclave al Papa Francisco.
Desde entonces, el primer Papa jesuita y latinoamericano de la historia, no ha dejado de elogiar, admirar y agradecer a Benedicto XVI, a quien considera como el “abuelo sabio” en la familia de la Iglesia.
Muchas son las lecciones que nos trajo esta renuncia y que tanto nos ha enseñado el emérito Papa Benedicto XVI. Primeramente una Iglesia humilde, donde el talante de su mansedumbre de este gesto mostró cómo la credibilidad de la Iglesia no se basa ni se fundamenta en la política y menos en la economía del mundo global, sino de su apego a la Verdad que es Jesucristo. Además nos enseñó una Iglesia de retos, que arriesga todo, como dice el Papa Francisco: “prefiero mil veces una Iglesia accidentada, en vez de una Iglesia encerrada y enferma”. Con el paso de este año, nuestra época moderna estaba llena de interrogantes, inquietudes y peligros, pero sabemos que el Espíritu Santo guía la barca de Pedro, donde el Papa Francisco ha sabido tomar con sencillez las riendas de la Iglesia. Y por si fuera poco, nos legó una Iglesia creyente, donde los pronósticos y previsiones del futuro han desconcertados hasta los incrédulos, porque quien gobierna la Iglesia, no es una persona con nombre y apellidos, sino la presencia viva y cercana del Hijo Dios, Jesucristo que es el Camino, la Verdad y la Vida.
Para todos los que formamos la Iglesia nos unimos a la invitación que el mismo Papa Francisco expresaba en su cuenta de twitter: “Recemos hoy juntos por Su Santidad Benedicto XVI, un  hombre valiente y humilde”. La historia reconocerá este gesto tan significativo y perpetuará la grandeza de Benedicto XVI que supo ser y es para muchos, ejemplo vivo de desprendimiento y sencillez. Su gobierno se transformó en servicio a la comunidad y al Pueblo de Dios.
Ahora en el Monasterio “Mater Ecclesiae”, el Papa emérito, como un rey exiliado, ha recreado su universo de afectos y pasiones: los estudios de teología, el rosario recitado con su fiel secretario-hijo espiritual don Georg (que lo sigue llamando «Santo Padre»), la convivencia cotidiana con las cuatro Memores Domini que se ocupan del aposento, la correspondencia, alguna visita y, por supuesto, la música adorada. Sobre todo Mozart, Bach y Beethoven. Con gran lucidez y discreta forma física, vive oculto y en oración, inspirándose en la regla benedictina. Cuánto nos enseña en estos momentos. Gracias, Benedicto XVI. Cuenta con nuestra oración y nuestro apoyo. ¡Hablemos claro!


domingo, 9 de febrero de 2014

¡Estamos de fiesta!

Llegó el momento tan esperado para todos los que formamos esta maravillosa diócesis. Somos parte de esta historia eclesial que nació hace 150 años con el incansable celo arrollador de nuestros obispos, la presencia viva y cercana de tantos sacerdotes generosos que han cuidado la grey confiada en 112 parroquias. La diversidad de carismas de vida activa y contemplativa que embellecen nuestra comunidad con la presencia de órdenes, congregaciones e institutos seculares y sin olvidar a todos los laicos comprometidos en organizaciones, asociaciones y movimientos. 

¡Estamos de fiesta! La Iglesia de Cristo se llena de alegría porque en ese amplio mosaico de la Iglesia, formamos junto con nuestra diócesis una piedra viva que embellece y da colorido al caminar de la misión evangelizadora de la Iglesia, como levadura que fermenta y alimenta la acción activa de cada unos de nosotros. Caminemos dando gracias a Dios, comprometiéndonos a ese creciente dinamismo evangelizador que nos impulsa el testimonio de tantos hombres y mujeres para comunicar la buena nueva del evangelio.

¡Estamos de fiesta! Jesucristo nos lo prometió: “Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo” (Mt. 28, 20). Su cercanía siempre fresca nos da la seguridad y certeza de que su obra continúa muy a pesar de nuestras pobres y menguadas fuerzas, por no decir de nuestra torpeza cuando nos resistimos a su Gracia. Él es el protagonista de esta historia de amor que inició aquella noche de Belén y culminó en la tarde del Calvario en una cruz por amor.

¡Estamos de fiesta! Ya se respira en cada hogar, en cada familia queretana, la alegría de celebrar un aniversario muy particular en nuestra Iglesia. Pero no sólo se trata de celebrar sino de vibrar, de hacer realidad  el compromiso de trasmitir la fe que nos han legado esa maravillosa pléyade de apóstoles y verdaderos héroes que con su testimonio brillan por toda la eternidad. No podemos cruzarnos de brazos y vivir un acontecimiento más como tantos. Es la hora de Dios que irrumpe en cada cenáculo familiar para convertirnos en laicos comprometidos de nuestra Iglesia diocesana. Hagamos que cada uno de nuestros corazones irradie la paz, contagie la alegría y llene de entusiasmo a nuestro seres queridos.

¡Estamos de fiesta! Al Dios Bueno y Grande, Demos Gracias. Qué responsabilidad y qué reto adquirimos por ser protagonistas de este acontecimiento eclesial. Un año jubilar que será un gran desafío para cada queretano, una oportunidad de hacer realidad el compromiso de nuestro bautismo, de caminar con paso firme y seguro junto a nuestros pastores. Se trata de trabajar por la Iglesia, en la Iglesia y con la Iglesia. Sólo así podremos construir un mundo diferente, una nación fuerte y rica en valores, un México nuevo y mejor.¡Hablemos claro!