martes, 20 de noviembre de 2012

Final apocalíptico del 2012

No sé porqué, pero últimamente no han dejado de preguntarme o mandarme correos inquietantes sobre el fin del mundo que ya se aproxima. A veces pienso que esta inquietud tan ridícula nace porque creemos mucho a los horóscopos o a las predicciones de Walter Mercado que nos hablan de una supuesta verdad a medias  con frases que me gustan escuchar y me predisponen a vivir como si fuera cierto lo que está por suceder.

El evangelio de Marcos 13,32  señala "Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre".  Por eso no debemos alarmarnos, el Santo Padre nos recuerda que Cristo no se comporta como un vidente al hablar del fin del mundo. En unos días celebraremos y cerraremos el tiempo litúrgico ordinario con la Solemnidad de Cristo Rey Universal. Este domingo escuchamos por medio del evangelista Marcos una parte de las palabras de Jesús sobre los últimos tiempos, en término técnico escatológico.
Cristo quiere sustraer a sus discípulos de toda época de la curiosidad por las fechas,
las previsiones. En el ángelus del domingo el Papa decía: aunque Jesús utiliza imágenes
y palabras tomadas del Antiguo Testamento... coloca un nuevo centro, que es Él mismo,
el misterio de su persona, de su muerte y resurrección.

En cuanto a las "imágenes cósmicas de tipo apocalíptico" también presentes en el texto evangélico, refuerzan que el Hijo del Hombre es el mismo Jesús, que une el presente con el futuro: Las antiguas palabras de los profetas han encontrado finalmente, un centro en la persona del Mesías Nazareno: es Él, el verdadero acontecimiento que, en medio de los trastornos del mundo, permanece el punto firme y estable.

El mundo vive confundido y creyendo que se aproxima el final del año 2012, señalado como el fin del mundo por algunas sectas con supuesta base en un calendario maya. El Papa glosó la Biblia en sentido muy distinto: Jesús no describe el fin del mundo, y cuando usa imágenes apocalípticas, no se comporta como un ´vidente´. Cristo quiere darles una clave de lectura profunda, esencial y, sobre todo, indicar la vía justa sobre la cual caminar, hoy y mañana, para entrar en la vida eterna. Todo pasa, nos recuerda el Señor, pero la Palabra de Dios no cambia, y frente a ella cada uno de nosotros es responsable del propio comportamiento. En base a esto seremos juzgados al final de nuestras vidas.

Recordemos que tampoco en nuestros tiempos faltan calamidades naturales, ni lamentablemente, guerras y violencias como se esta viviendo en la Franja de Gaza. Hoy tenemos necesidad de un fundamento estable para nuestra vida y nuestra esperanza, tanto más a causa del relativismo en el que estamos inmersos. Que la Presentación de la Virgen María, que mañana miércoles 21 celebramos, nos ayude a acoger en el centro de nuestra vida la Persona de Cristo y su Palabra.

Les dejo este video que nos ayudará a nuestra reflexión:




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